Conocido popularmente como el “convento de las teresas” fue fundado en 1628 por Juan de Tejeda quien destinó su casa para la creación del Monasterio de las Carmelitas Descalzas y fundó el templo de Santa Teresa, respondiendo a una promesa que hace a la Santa ante el lecho de su hija enferma, quien milagrosamente se cura y, manifestando su deseo, ingresa como religiosa a la naciente orden. El portal del monasterio, que fue ingreso de la residencia y hoy lo es del museo, es una hermosa pieza barroca del siglo XVIII, al igual que la singular espadaña del templo.

Se conoce que tanto el monasterio como la iglesia sufrieron modificaciones a lo largo de su existencia, adaptándose a las necesidades que se fueron planteando con el paso del tiempo. No se conoce con precisión quien o quienes fueron los autores de este conjunto edilicio. En los inicios, Juan de Tejeda dirigió los trabajos y posiblemente, haya que considerar la participación de su hijo Luis José. La iglesia tiene una sola nave y esta cubierta con una bóveda de cañón corrido con lunetos ubicados sin ritmo fijo, todos profusamente decorados.