¿Qué harías si te encontraras con una versión tuya venida del futuro? ¿Cuánto transformaría tu presente una visita capaz de darte un fugaz vistazo de lo que vendrá? Lidia, devastada en su ridículo cuarto de estudiante, escribe sus últimas palabras junto a un frasco de pastillas y una botella de vino. Está decidida. Es la última noche. Pero entonces, la silueta de una mujer vestida de negro se aparece en el umbral. Lidia comprende que ha establecido contacto con ella misma, pero más madura, distinta, lejana. ¿Cómo nos hablaría esa versión propia venida del futuro? ¿Qué se atrevería a decirnos? ¿Estamos dispuestos a saber el final del cuento? Hay algo que siempre permanece a pesar del tiempo y hay mucho que es necesario transformar de nuestro presente para mejorar nuestro futuro. ¿Será capaz esta mujer de hacer lo necesario para enfrentarse al mundo de otra manera? ¿Será capaz de abandonar el rol sumiso y convertirse en la heroína de su propia historia? ¿Sera que el tiempo es una broma de mal gusto cimentada en la ilusión de que el mañana será mejor? Y si tales promesas en verdad son falsas y entonces no hay mejoras, ¿qué es lo que nos mantiene vivos? Hay algo que siempre permanece.

Dramaturgia y Dirección
Jonathan Picossi

En Escena
Camila Messad
Cassandra Rodriquez

Escenotecnia y Vestuario
Constanza Benito y Nicolás Costantino

Diseño Gráfico
Nicolás Costantino

Ilustración
Elluk Vega